En el marco de la Política de Inclusión y Diversidad, la Universidad del Tolima ha logrado avances importantes en la construcción de un entorno educativo más accesible, equitativo y respetuoso de la diferencia. En este sentido, se ha trabajado activamente en la identificación de estudiantes que presentan discapacidad intelectual, alteraciones en el neurodesarrollo y psicoafectivos. Hasta la fecha, se han identificado 86 estudiantes: 54 pertenecientes a la modalidad presencial y 32 de la modalidad a distancia.
Como parte del acompañamiento integral desde diferentes áreas institucionales, se ha desarrollado una caracterización individual de las necesidades de los y las estudiantes. De estos el 79.1% cuenta con diagnósticos formales como discapacidad intelectual, discapacidad múltiple, trastorno del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), entre otros. Esta identificación ha permitido el diseño e implementación de estrategias de intervenciones personalizadas.
Adicionalmente, se ha iniciado con la construcción e implementación de ajustes razonables individuales en coordinación con los diferentes programas académicos. Estas acciones buscan repensar las metodologías de enseñanza y evaluación, de modo que se adapten a las necesidades específicas de cada estudiante, garantizando así su participación activa y significativa en los procesos de aprendizaje dentro del campus universitario.
En garantía del derecho a la educación, se han llevado a cabo numerosas jornadas de sensibilización dirigidas a docentes, personal administrativo y estudiantes, con el objetivo de promover una cultura institucional basada en la inclusión, el respeto y la valoración de la diversidad.
Otra acción destacada ha sido el fortalecimiento de la comunicación con estudiantes y sus familias, mediante encuentros presenciales, correos electrónicos, llamadas telefónicas y videollamadas. Esta interacción constante ha favorecido una articulación más efectiva y una atención más oportuna a las necesidades planteadas.
Asimismo, se han realizado reuniones con directivos para socializar la información relevante que permita el manejo adecuado de los casos reportados. Esto ha evidenciado una disposición institucional más clara y comprometida con la implementación de políticas inclusivas y el respaldo de iniciativas que favorecen el bienestar de la comunidad estudiantil con necesidades específicas.
Actualmente, se cuenta con la articulación de diversas dependencias como la Vicerrectoría de Desarrollo Humano, la Vicerrectoría de Docencia, la Prestadora de Servicios de Salud, las Unidades Académicas y el equipo de apoyo del Área de Inclusión y diversidad; cooperación clave para identificar necesidades particulares y así diseñar estrategias educativas realmente incluyentes.
De igual manera, se espera repetir la experiencia que al inicio del semestre se realizó con la participación activa en la jornada de inducción de nuevos/as estudiantes, donde se socializaron los principios y acciones de la cultura inclusiva universitaria. Esto reafirma el compromiso institucional con la generación de espacios seguros y accesibles para toda la comunidad estudiantil.
Desde el área de inclusión y diversidad se trabaja de forma continua para asegurar que todos los y las estudiantes tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial en un ambiente de respeto, equidad y reconocimiento de la diferencia. La meta es clara: avanzar hacia una educación con todos y para todos.
Por Lina Rosiry Prada Castellanos.