Universidad del Tolima avanza en proyecto internacional para la restauración de bosques y fortalecimiento comunitario en el Bajo Calima

La UT avanza Rectoria

Con una visión integradora entre el saber ancestral, la ciencia aplicada y el compromiso interinstitucional, avanza con resultados alentadores el proyecto de restauración ecológica en el Bajo Calima, una iniciativa conjunta de la Universidad del Tolima, la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), el Ministerio de Ambiente de Colombia, el Consejo Comunitario del Bajo Calima y la Embajada de Japón.

Durante el desarrollo del Comité Técnico realizado en Ibagué, la rectora encargada de la Universidad del Tolima, Nancy Gómez Torres, destacó que este proyecto “es testimonio vivo de cómo la investigación aplicada puede articularse con el saber ancestral, la acción comunitaria y el compromiso institucional para generar alternativas sostenibles de vida y conservación”.

El proyecto —formulado por la Universidad del Tolima desde 2010, presentado en 2022 por el Gobierno Nacional ante la OIMT y aprobado en 2024— busca la conservación, restauración y ordenación sostenible de ecosistemas estratégicos del litoral pacífico colombiano, especialmente en territorios colectivos del pueblo negro del Bajo Calima, región donde la Universidad del Tolima hace presencia hace 54 años con el Centro Forestal Tropical Pedro Antonio Pineda.

Avances significativos en restauración y empoderamiento comunitario

Según Omar Melo, decano de la Facultad de Ingeniería Forestal de la UT, esta iniciativa articula los tres ejes misionales de la universidad: docencia, investigación y proyección social. “Estamos restaurando bosques secundarios degradados, con un enfoque participativo y de género. Las mujeres de la comunidad, organizadas en la Asociación Palma Milpesos Mujer Pacífico, Asopamupa, lideran procesos de formación en cascada que fortalecen sus capacidades y las proyectan como actoras clave del desarrollo territorial”, indicó Melo.

El componente ambiental contempla, entre otras acciones, la implementación de un modelo piloto de restauración ecológica de 37 hectáreas, con especies nativas del Pacífico, apoyado por el gobierno de Japón. La segunda etapa del proyecto, próxima a iniciar, contará con el respaldo financiero del gobierno de Estados Unidos.

Un proyecto con impacto local, nacional e internacional

Ramón Carrillo, representante de la OIMT, resaltó que el comité técnico permite hacer seguimiento a los avances de campo, rendir cuentas ante el Consejo Internacional de las Maderas Tropicales y a los donantes, y afinar la articulación entre actores. “Este proyecto trasciende lo forestal; se enlaza con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el Convenio de Diversidad Biológica, y con el empoderamiento de las comunidades étnicas. El bosque es un eje articulador de desarrollo, cultura, biodiversidad y vida”, explicó.

Por su parte, Arie Klop, director técnico del proyecto, celebró el ambiente de colaboración logrado. “Hay avances importantes y un fuerte compromiso de las comunidades, el Consejo Comunitario y las instituciones. (…) Estamos viendo resultados concretos en empoderamiento y liderazgo local”.

Jerson González, profesional de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ambiente, destacó el acompañamiento técnico que viene brindando al proyecto de manejo forestal sostenible que se ejecuta en alianza con la Universidad del Tolima, el Consejo Comunitario del Bajo Calima, la Organización Internacional de Maderas Tropicales y el Gobierno de Japón. Resaltó que este proceso avanza positivamente hacia el cierre de su primera fase, con logros técnicos y financieros significativos, reconocimiento por parte de las comunidades y una imagen de solidez y sostenibilidad que fortalece tanto a la Universidad como al Consejo Comunitario.

La voz de la comunidad: diálogo, territorio y transformación

Julio César González, representante del Consejo Comunitario del Bajo Calima, valoró la continuidad del proceso con la Universidad del Tolima: “Hace años había distancias, hoy tenemos una relación cercana y de confianza. Las comunidades están dispuestas a seguir construyendo paz desde el territorio y con las instituciones, pero necesitamos que se escuche más a las comunidades desde los escritorios en Bogotá”.

El proyecto, que tiene una duración total de tres años, se consolida como la iniciativa internacional más importante que lidera actualmente la Universidad del Tolima. Más allá de su dimensión técnica y ambiental, representa una apuesta por el diálogo de saberes, la justicia ambiental y el fortalecimiento de capacidades locales como vía para la sostenibilidad.

 

Por Kimberly Castañeda V.

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